Pamukkale, un destino de color turquesa

Si busca sitios surrealistas, fuera de este mundo, le encantará esta maravilla natural única en su clase. Así son las piscinas termales de color turquesa de Pamukkale.

El amanecer y el atardecer son los mejores momentos del día para ir a las piletas de Pamukkale y poder apreciar  toda su increíble belleza. Tanto las cascadas como el agua de las piletas cambian de color de acuerdo con la luz solar que las ilumina. A veces son blancas y, otras veces, azules, verdes o anaranjadas.

Una de las imágenes más típicas y pintorescas de Turquía  son estas blancas formaciones calcáreas (piletas de toba) de Pamukkale. Desde la distancia, estas piletas, Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1988, dan la impresión de una serie escalonada de cataratas fosilizadas, pero en constante ebullición, vivas y cristalinas. El acceso a las terrazas es limitado y los visitantes deben seguir el camino principal.

Cuando nos acercamos, el paisaje adquiere la dimensión de un fantástico jardín acuático, que se eleva a 200 metros de altitud, vertiéndose estanque a estanque formando inmensas caracolas de roca calcárea, de una blancura azulada y de una gran belleza. De ahí su poético nombre: Pamukkale, que significa Castillo de Algodón.

Hoy en día, muchos turistas continúan acudiendo a estas fascinantes formaciones, pero los visitantes ya no pueden darse chapuzones en las piscinas grandes como era antes, ya que en la actualidad están vigiladas por guardias de seguridad que impiden acercarse demasiado. Esto se debe, a que el sitio es un fenómeno natural verdaderamente notable y sería una lástima que fuera dañado por la interferencia humana para las generaciones futuras. Las piscinas pequeñas son las únicas permitidas para nadar y bañarse.

El origen de esta obra de arte geológica se debe a las corrientes térmicas calientes que circulan por debajo del monte, las cuales provocan un derrame de carbonato cálcico, que  se solidifica como si fuera mármol. El efecto es espectacular y Pamukkale es uno de los lugares más misteriosos y saludables del mundo.

En lo profundo de la tierra, debajo de la antigua ciudad de Hierápolis, se encuentra una vasta fuente de agua que se calienta con lava volcánica. El yacimiento arqueológico de Hierápolis guarda los baños romanos, convertidos en iglesia durante el periodo bizantino; las termas restauradas y convertidas en museo, y el teatro, la construcción mejor conservada de todas. En él todavía pueden verse los altorrelieves que adornaban el edificio, así como la tumba de San Felipe, construida también durante el periodo bizantino.

Pero no es por ninguno de estos elementos por lo que llama la atención Hierápolis, sino por su gigantesca necrópolis, donde hay tabas monumentales que tienen el tamaño de una casa. Y es que  este cementerio guarda los restos de muchos de los enfermos que acudieron a Hierápolis a curarse y no lo consiguieron. Cada una de ellas cuenta una historia, son pequeñas obras de arte, testimonio de las diferentes culturas que llegaron hasta las cálidas aguas de Pamukkale.         

Pamukkale, como todo lugar misterioso, cuenta con su leyenda. Se dice que había una joven turca con la que nadie quería casarse porque era muy fea. Deprimida y angustiada intentó suicidarse lanzándose del travertino, (Roca sedimentaria). Ella cayó en una piscina natural y sobrevivió  a la caída. El agua de la piscina la convirtió en una hermosa niña turca que llamó la atención de un hombre que caminaba por el lugar. Se enamoró de la chica y decidió casarse con ella. Es por eso que hoy en día las personas creen que además de los beneficios para la salud, las rocas de Pamukkale pueden hacerte más bella.

Se puede decir que Pamukkale aparece en casi todas las listas de lugares que se pueden visitar antes de morir y en la actualidad es visitada por casi dos millones de turistas cada año. Es un lugar maravilloso en donde la naturaleza asumió el papel de artista y creó una belleza majestuosa. Las cascadas de travertino blanco que se asemejan a cascadas congeladas y terrazas de piscinas poco profundas fueron creadas por las aguas termales que reaccionaron con el aire.

Los romanos fueron los que descubrieron estos maravillosos atractivos y fueron ellos los que establecieron la magnífica ciudad antigua de Hierápolis cerca del travertino. Tal como se dijo anteriormente, estos travertinos que son únicos y las antiguas ruinas, fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Po último, el travertino está situado en el distrito de Pamukkale, al norte de la ciudad de Denizli. Hay conexiones en tren a Ankara, Estambul e Izmir y los autobuses ofrecen excelente conectividad a las principales ciudades. Hay servicios de minibús a Pamukkale desde la terminal de autobuses en el centro de Denizli. El aeropuerto de Cardak tiene dos vuelos diarios hacia y desde Estambul.

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*