La IA es un área realmente fascinante que, en este momento, está en su fase de crecimiento y que siempre debe ser considerada como un apoyo a las tareas realizadas por el ser humano con el fin de facilitar el cumplimiento de esas tareas.
Jazna Meza Hidalgo
Docente Escuela de Informática y Telecomunicaciones DuocUC
Cuando escuchamos hablar de inteligencia artificial, comúnmente conocida como IA (por sus siglas del inglés Intelligence Artificial), la primera pregunta que surge es ¿qué es realmente?; en términos simples es un campo de la informática dedicado a la creación de sistemas que puedan realizar tareas que, normalmente, requerirían de la inteligencia humana. Para cumplir con este objetivo la IA se preocupa de diseñar sistemas para simular procesos cognitivos humanos, tales como: aprendizaje, razonamiento, procesamiento de lenguaje natural, reconocimiento de imágenes entre otros.
El objetivo es desarrollar algoritmos que permitan a las máquinas aprender de la experiencia y mejorar su rendimiento en tareas específicas en la medida que obtienen más datos. Y, ¿cómo se logra este objetivo?, a través de técnicas como el aprendizaje automático (machine learning) que en realidad es considerado una sub-área de la inteligencia artificial, y por otro lado a través de Deep learning que contempla: procesamiento de lenguaje natural, visión por computador entre otros.
Aunque muchos piensan que es un tema relativamente moderno, esto no es realmente así dado que la IA ha pasado por fases de entusiasmo excesivo seguidas de fases de completa desilusión; la razón de estos cambios radica en que durante la década del 80 (que se considera como el entusiasmo inicial) no existían los requerimientos de infraestructura que se necesitaban lo que limitaba el interés por la investigación y las posibilidades de financiamiento; esto es lo que se conoce con el término de “invierno de la inteligencia artificial”. Sin embargo, en los últimos años con el aumento de las capacidades del hardware y el costo más razonable para su adquisición, la IA ha experimentado un acelerado crecimiento y se ha convertido en parte de la vida de muchos. Entonces, dónde podemos ver “inteligencias artificiales”; simple: ¿usted cuenta con un dispositivo o asistente virtual como Alexa? entonces lo acompaña una IA, ¿usted recibe recomendaciones en su plataforma de streaming favorita? entonces está usando sistemas de recomendación que se basan en algoritmos de machine learning que usan su comportamiento en la plataforma para “aprender” y realizar las sugerencias que usted recibe, ¿usted utiliza Waze para llegar a un destino? Entonces está usando IA porque esta aplicación, las rutas que propone las define usando IA; ¿usted ha interactuado con algún chatbot de atención al cliente? Entonces está, nuevamente, usando IA.
Como es posible apreciar la IA ya está en la vida de muchos de nosotros; en este sentido, la pregunta que surge a continuación: ¿la IA reemplazará al ser humano? Y quizás para responder a esta pregunta podemos tener el antecedente más cinematográfico en películas como Minority Report, Yo Robot, El Hombre Bicentenario entre otras o bien de la literatura con autores como Isaac Asimov (muchos de sus libros han sido llevados al cine) donde es posible apreciar que los robots son capaces de desarrollar tareas que los humanos pueden realizar y si a eso agregamos la declaración de Stephen Hawking:
“Una vez que los humanos desarrollen IA que despegue por sí sola y se rediseñe a sí misma a un ritmo cada vez más rápido, las personas, que estamos limitadas a una lenta evolución biológica, no podríamos competir y seríamos reemplazadas”
Es posible poder llegar a pensar que si pudiéramos ser reemplazados; sin embargo, también es relevante considerar que en ciertas áreas siempre va a existir la dependencia con la experiencia y el conocimiento del ser humano experto que existe detrás de la tarea desarrollada por la IA: el médico especialista que se apoya en sus decisiones por la IA que determina si una muestra de biopsia es benigna o maligna; el ejecutivo que debe atenderte en caso de que el ChatBot no sea capaz de atender tu petición; siempre debería existir el ser humano que termine tomando las decisiones apoyándose en una IA.
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