Colinas de Cuncumén, el placer del campo chileno muy cerca de la ciudad

Si quieres pasar unos días en familia, este es el lugar ideal, porque es imposible aburrirse en las Colinas de Cuncumén: cancha de futbolito, senderos para trekking, piscinas al aire libre y techada, juegos típicos,   hamacas, todo dispuesto para pasar unos días inolvidables.

Cuncumén es una localidad de la comuna de San Antonio, Región de Valparaíso distante solo a 90 kilómetros de Santiago, unos 75 minutos en auto.  Salimos de Santiago y seguimos por la Autopista del Sol, hasta el desvío Puangue – Cuncumén y de allí en adelante nos adentramos en un bello paraje natural que luego de varias curvas cuesta arriba, nos enfrenta con los que será un fin de semana diferente.

En lengua mapudungún Cuncumén significa murmullo de agua, la misma que provenía del Puangue, formando esteros que rodeaban a esta zona rural, que regaban el valle y luego descendían hacia el Maipo. 

Es un lugar escondido, pero perfectamente señalizado y alejado del ruido y del estrés de la ciudad. Una zona agrícola por excelencia y que justo en la cima del cerro con una vista impresionante del valle alberga al hotel Colinas de Cuncumén.

Se trata de un hotel campestre ubicado en un entorno privilegiado.  Rodeado de eucaliptus y una extensión de varias hectáreas de bosque nativo.  Construido a lo largo de los años con dedicación y cariño por sus propietarios, los mismos quienes desde nuestra llegada se transforman en los mejores anfitriones, preocupados por los detalles y por hacernos sentir como en casa.

Sus amplios jardines, llenos de  variadas plantas suculentas, trepadoras, árboles centenarios y cántaros de greda que vierten sus aguas incansablemente transforman sus jardines en  el lugar perfecto para disfrutar de un buen libro, para contemplar la belleza de lo simple o disfrutar de la compañía de alguien especial. Una tranquilidad sobrecogedora  y un murmullo que acaricia el alma, desde el primer momento.

En cada uno de sus rincones se respira tradición: volantines, fardos de pasto, monturas,  carretas  son parte de la decoración de sus grandes instalaciones. Formas y colores que evocan nuestra tradición huasa y nos permiten disfrutar de todo  el placer del campo chileno.

Y fiel a ese patrimonio cultural, la construcción del hotel  privilegia el uso de materiales de la zona, tales como madera, barro y paja.  Habitaciones de arquitectura simple, de estilo colonial, pero que conjugan en perfecta armonía  con la comodidad de sus instalaciones y el buen gusto de su decoración. Una al lado de la otra, enmarcadas en grandes corredores o  galerías llenas de encanto  que nos transportan en el tiempo y que separan el interior de la habitación con el bosque de eucaliptus. Un lugar con tradición e identidad propia.

Otras en cambio,  cabañas individuales, instaladas estratégicamente, en medio de los jardines, manteniendo su estilo rústico y su comodidad.

Las habitaciones están unidas a los salones, a las piscinas o al Spa,  a través de hermosos senderos empedrados que atraviesan el bosque  y que en las noches se iluminan tenuemente.  

A mitad del camino, un par de hamacas, cuelgan de grandes eucaliptus invitando  a los huéspedes a descansar, a relajarse  o a soñar. Imaginen su agradable balanceo,  en medio de un silencio sobrecogedor, el aroma de los eucaliptus y la luz de las estrellas. Sin duda una escenografía perfecta en una noche de primavera o verano.

Junto a las dos piscinas, se encuentra el spa, también rodeado de eucaliptus, los mismos que se utilizan en la sauna hecha de roble y que gracias a sus altas temperaturas, y su concentración de calor favorece el bienestar del cuerpo, embellece la piel y calma el alma.

Otras experiencias relajantes y terapéuticas posibles de disfrutar aquí,  son los masajes, un baño de tina caliente o una bañera de hidromasaje. Definitivamente la combinación de  la presión del agua, la temperatura y el entorno natural, nos proporcionan beneficios   indiscutibles,  considerados por los expertos como excelentes terapias para prevenir  los efectos de nuestras aceleradas vidas,   entregando una agradable sensación de descanso y  bienestar.

Y si de gastronomía hablamos, no podemos dejar de mencionar la exquisita comida chilena, con sus platos más típicos, pastel de choclo, empanadas, el asado a las brasas, las sopaipillas y el rico pan amasado. Este último el gran protagonista de los desayunos en Cuncumén.

Aromas y sabores típicamente chilenos que coexisten  con deliciosas recetas italianas, que rememoran los orígenes de sus propietarios.

 Caneloni, lasaña o ravioles,  todas pastas preparadas con el cariño y el sello propio de Cuncumén, para el deleite de los visitantes.

Sumado a lo anterior, una esmerada y constante preocupación por la comodidad y el agrado del visitante, no solo de sus anfitriones, sino de todo el personal que allí trabaja.

Si quieres pasar unos días en familia, este es el lugar ideal, porque es imposible aburrirse en las Colinas de Cuncumén: cancha de futbolito, senderos para trekking, piscinas al aire libre y techada, juegos típicos,   hamacas, todo dispuesto para pasar unos días inolvidables.

Pero el hotel  Colinas  de Cuncumén no solo recibe a  las familias que quieran disfrutar del paisaje campesino, sino que también cuenta con salones de eventos para matrimonios, retiros, jornadas laborales o seminarios.

Las posibilidades son variadas, dependiendo de la cantidad de asistentes: el salón directorio, con capacidad para 25 personas, el salón madreselva con capacidad para 40 personas, el salón cuarzo con capacidad para 60 personas y por último el salón plenario, con capacidad para 280 personas y que además cuenta con recepción para acreditación.

Todos los salones equipados con proyector, pantalla, sistema de audio y conexión WiFi, los que aseguran que cualquiera sea la actividad que se realice, contará con los requerimientos  necesarios para garantizar el éxito absoluto de su jornada.

En este lugar se respira armonía, ideal para desconectarse del ajetreo de la vida diaria, para darse una tregua y para disfrutar de la belleza de lo simple, en un entorno privilegiado  y con una exquisita gastronomía. Sin lugar a dudas, venir a  las Colinas de Cuncumén es una excelente decisión.

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*